Solteronas Codiciadas

En pleno siglo XXI, con mujeres gobernando países, con liberación femenina y todo, resulta que siguen existiendo las solteronas como blanco de críticas de algunas que han tenido “mejor suerte”. Entre chisme y chisme, buscando a los niños en el colegio, o en la cola del supermercado aun se puede escuchar, “María acaba de regresar del tour por Europa, se fue por dos meses después de que terminó el doctorado, se está quedando en un hotel aquí porque está remodelando el apartamento nuevo” a lo que la otra responde con una compasión dudosa “Ay esa María, pobrecita, ojala se consiguiera un marido vale”.

Al parecer, una mujer que no se case sigue siendo una mujer incompleta, los otros logros, parecieran ser complementarios. Está bien claro que nunca va a ser lo mismo una soltera que una solterona, la diferencia es sutil pero poderosa entre ambas, la primera, joven, codiciada y libre seguirá teniendo ventaja sobre la segunda, que entradita en edad se dice que la pobre quedó “para vestir santos” aunque se sepa que lo más seguro es que se esté divirtiendo desvistiendo a unos que no lo son tanto.